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¿Quieres ahorrar en el mantenimiento de tu piscina y hacer que la conservación del agua sea más sencilla y eficiente? Con un clorador salino ya no tendrás que comprar, almacenar ni manipular cloro, lo que se traduce en un ahorro considerable de tiempo y dinero. ¡Descubre cómo funcionan!
Los cloradores salinos son un sistema de depuración de agua de piscina que permite mantenerla libre de algas y bacterias sin necesidad de usar pastillas de cloro ni cloro líquido. Su funcionamiento es bastante sencillo y se basa en el descubrimiento del físico inglés Michael Faraday, que descubrió la electrólisis en 1834.
El agua de la piscina, ligeramente salada, pasa por una célula electrolítica capaz de disociar la sal disuelta en el agua. De esta forma, la sal (o cloruro sódico) se separa en cloro y sodio y estos componentes químicos vuelven a la piscina de forma independiente, manteniéndose así durante algunas horas. Es durante este tiempo cuando el hipoclorito sódico mata las bacterias de la piscina. Y lo mejor es que el cloro no desaparece, sino que con el paso de las horas vuelve a asociarse con el sodio para crear de nuevo sal, que puede reutilizarse una y otra vez para limpiar la piscina.
Los cloradores salinos sirven para conservar en buen estado el agua de las piscinas, pues desinfectan el agua y evitan la proliferación de bacterias.
Se instalan de forma conjunta con una depuradora tradicional. De esta forma, los cloradores desinfectan el agua sin que el propietario tenga que comprar pastillas o botellas de cloro, y la depuradora se encarga de limpiar impurezas y atrapar suciedad.
En resumidas cuentas, las depuradoras salinas son capaces de generar cloro a partir de sal, por lo que al instalar una en tu piscina es como si estuvieras construyendo una pequeña fábrica de cloro en tu jardín.
En la cloración salina se agregan entre 3,5 y 6 gramos de sal por cada litro de agua, pero es una cantidad tan baja que no se nota. Para que te hagas una idea, el Mediterráneo contiene 35 gramos de sal por cada litro, y un colirio para los ojos unos 7 gramos por litro, por lo que la sal es imperceptible al gusto y no pica en los ojos.
Si quieres ahorrar en el mantenimiento de tu piscina, no lo dudes más y apuesta por un clorador salino. Es eficiente, económico y respetuoso con el medio ambiente. En Gestión Piscinas pueden resolver todas tus dudas acerca de los cloradores salinos, así que pincha ya mismo en el enlace y déjate asesorar por profesionales.